domingo, 2 de octubre de 2011

Y también he escuchado por octava vez Kid A.

Lo que es más impresionante del disco es su atmosfera de sonidos y ritmos suaves. Si se escuchas el disco atentamente con cascos, uno puede observar que se mezclan a veces, hasta cinco melodías distintas!

Canciones tan bestiales como Idioteque, que te matienen en un estado determinado durante toda la canción, y otras tan bien hechas, tan bonitas y profundas como Kid A, que nunca te cansas de escuchar. Algo tan inmersivo, que te llena, algo con lo que en cada disco que los de Oxford sacan, te quedas con ganas de más.

Un disco, de 10.

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